Por la Dra. Natalia Ramis
Con frecuencia las ETS son asintomáticas. Sin embargo, aunque no presentes síntomas, puedes transmitir la infección a tus parejas sexuales. Por esta razón, es importante usar protección, como el preservativo, durante las relaciones sexuales, y visitar a tu médico regularmente, con el fin de identificar y tratar una infección antes de transmitirla a alguien más.
CLAMIDIA
Es una infección bacteriana en la zona genital. Puede ser difícil de detectar debido a que las infecciones en etapa temprana generalmente causan pocos signos y síntomas o no causan ninguno. Cuando se presentan, por lo regular, comienzan de una a tres semanas después de haber estado expuesto a la bacteria. Incluso cuando se presentan signos y síntomas, éstos suelen ser leves y pasajeros, haciendo que sea fácil ignorarlos. Los signos y síntomas incluyen: dolor al orinar; dolor en el abdomen bajo; secreción vaginal; secreción del pene; dolor durante el acto sexual y sangrado entre periodos menstruales.
GONORREA
Es una infección bacteriana en la zona genital. También puede crecer en la boca, garganta, ojos y ano. Los primeros síntomas de gonorrea aparecen generalmente 10 días después de la exposición. Sin embargo, algunas personas pueden estar infectadas por meses antes de presentar signos o síntomas. Estos incluyen: secreción espesa, sanguinolenta o turbia del pene o la vagina; dolor y sensación de ardor al orinar; sangrado menstrual abundante o sangrado entre periodos; dolor e inflamación de testículos.
TRICOMONIASIS
Es una ITS causada por un parásito conocido como Trichomonas vaginalis. Este organismo se esparce durante el acto sexual con alguien que es portador de la infección. El mismo infecta el tracto urinario en hombres; sin embargo, a menudo no causa síntomas. La tricomoniasis regularmente infecta la vagina en mujeres. Cuando presenta síntomas, aparecen de 5 a 28 días posteriores a la exposición y varían desde irritación leve hasta inflamación grave. Los signos y síntomas incluyen: secreción vaginal transparente, blanca, verdosa o amarillenta; secreción del pene; olor vaginal fuerte; picazón o irritación dentro del pene o vagina; dolor durante el acto sexual; dolor al orinar.
HIV
El HIV es una infección por el virus de inmunodeficiencia humana. Interfiere con la capacidad del cuerpo para combatir los virus, las bacterias y los hongos. Al infectarte con HIV, no se presentan síntomas. Algunas personas desarrollan una enfermedad similar a una gripe, por lo general de dos a seis semanas después de haber sido infectadas. Aun así, la única forma de saber si tienes HIV es realizándote pruebas de laboratorio.
HERPES GENITAL
El herpes genital, altamente contagioso, es causado por un tipo del virus herpes simple (VHS) que entra al cuerpo por pequeños cortes en la piel o mucosas. La mayoría de las personas con herpes nunca se enteran que lo tienen debido a que no presentan signos ni síntomas o éstos son tan leves que no los notan. Cuando presentan síntomas, el primer episodio generalmente es el peor. Algunas personas nunca sufren de un segundo episodio. Otros, por el contrario, presentan episodios recurrentes durante décadas. Los signos y síntomas del herpes genital incluyen: pequeñas erupciones rojas, ampollas (vesículas) o heridas abiertas (úlceras) en la zona del ano, genitales y áreas cercanas; dolor o picazón alrededor de la zona genital, en glúteos y parte interna de los muslos; las úlceras pueden causar dolor al orinar. Es posible que tengas dolor y sensibilidad en tu zona genital hasta que la infección desaparezca. Durante el episodio inicial, es posible que presentes signos y síntomas parecidos a un resfrío, como dolor de cabeza, dolores musculares y fiebre, así como nódulos linfáticos inflamados en la ingle. En algunos casos, la infección puede ser activa y contagiosa aun cuando las úlceras no estén presentes.
HPV Y VERRUGAS GENITALES
La infección por HPV es uno de los tipos de ITS más comunes. Algunas formas ponen a las mujeres en un alto riesgo de cáncer cervical. Otras formas causan verrugas genitales. El HPV generalmente no presenta signos ni síntomas. Los signos y síntomas de las verrugas genitales incluyen: pequeñas inflamaciones grises o de color carne en tu zona genital; varias verrugas muy juntas en forma de coliflor; picazón o molestia en el área genital; sangrado durante el coito. Sin embargo, generalmente las verrugas genitales no presentan síntomas. Las mismas pueden ser tan pequeñas como 1 milímetro de diámetro o multiplicarse en grandes agrupaciones. En mujeres, las verrugas genitales pueden crecer en la vulva, las paredes vaginales, la zona entre los genitales externos y el ano, y el cérvix. En hombres, pueden presentarse en la punta o el cuerpo del pene, escroto o ano. Las verrugas genitales también pueden desarrollarse en la boca o garganta de la persona que ha tenido sexo oral con una persona infectada.
HEPATITIS
Las hepatitis A, B y C son todas infecciones virales contagiosas que afectan el hígado. La hepatitis B y la C son las más graves de las tres. Algunas personas nunca desarrollan signos o síntomas. Sin embargo, para las personas que los desarrollan, los signos y síntomas pueden presentarse después de varias semanas y pueden incluir: fatiga; náuseas y vómitos; dolor o molestia abdominal, específicamente en la zona del hígado o del lado derecho debajo de tus costillas inferiores; pérdida de apetito; fiebre; orina oscura; dolor muscular y en articulaciones; picazón; pigmentación amarilla de tu piel y la parte blanca de tus ojos (ictericia).
SÍFILIS
La sífilis es una infección bacteriana. La enfermedad afecta los genitales, piel y mucosas; sin embargo, también puede involucrar muchas otras partes del cuerpo, incluyendo el cerebro y el corazón. Los signos y síntomas de sífilis pueden presentarse en cuatro etapas: primaria, secundaria, latente y terciaria. Existe también un trastorno conocido como sífilis congénita, que se presenta cuando una mujer embarazada que tiene sífilis le transmite la enfermedad a su bebé antes de nacer. La sífilis congénita puede ser incapacitante, incluso mortal; por lo que es importante que una mujer embarazada se someta a tratamiento.
Sífilis primaria
El primer signo de sífilis, que puede presentarse de 10 días a tres meses posteriores a la exposición, puede ser una pequeña úlcera sin dolor (afta) en la parte del cuerpo donde fue transmitida la infección; por lo regular en los genitales, recto, lengua o labios. Un solo chancro es típico, pero es posible que aparezcan muchas úlceras. Normalmente, la úlcera sana sin tratamiento, pero la enfermedad latente sigue presente y puede volver a aparecer en la segunda (secundaria) o tercera (terciaria) etapa.
Sífilis secundaria
Los signos y síntomas de la sífilis secundaria pueden comenzar de tres a seis semanas después de que aparece el chancro, y pueden incluir: sarpullido marcado por úlceras rojas o rojizas sobre cualquier área del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos y plantas de los pies, fiebre, ganglios linfáticos inflamados, fatiga y una leve sensación de molestia, irritación y dolor. Estos signos y síntomas pueden desaparecer sin tratamiento en pocas semanas o aparecer y desaparecer repetidamente durante casi un año.
Sífilis latente
En algunas personas, el periodo conocido como sífilis latente — en el que no se presentan síntomas — puede ser posterior a la etapa secundaria. Es posible que los signos y síntomas nunca regresen, o que la enfermedad haya progresado a la etapa terciaria.
Sífilis terciaria
Sin tratamiento, las bacterias de la sífilis pueden esparcirse y provocar un daño grave a los órganos internos y la muerte años después de la infección original. Algunos signos y síntomas de la sífilis terciaria incluyen: falta de coordinación, entumecimiento, parálisis, ceguera, demencia
Neurosífilis
En cualquier etapa, la sífilis puede afectar el sistema nervioso. La neurosífilis puede presentarse sin signos ni síntomas, o provocar: dolor de cabeza, cambios de conducta, problemas de movimiento
SI SOSPECHAS QUE TENÉS UNA ITS, CONSULTA A TU MÉDICO
Si sospechas que tenés éstas u otras ITS o que pudiste haber estado expuesto a una, consulta a tu médico para realizarte pruebas. El diagnóstico y tratamiento oportunos son importantes para evitar o retrasar problemas de salud potencialmente más graves y mortales y evitar infectar a otros.