Por la Dra. Ariela Richard Fandos
La lactancia materna tiene una extraordinaria gama de beneficios.Tieneconsecuencias profundas sobre la supervivencia, la salud, la nutrición y el desarrollo infantiles. Es pura, fresca, limpia y nutritiva. Proporciona todos los nutrientes, vitaminas y minerales que un bebé necesita para el crecimiento durante los primeros seis meses de vida; el bebé no necesita ingerir ningún otro líquido o alimento. Es su mejor alimento, porque tiene todo lo que necesita, en las cantidades correctas y a temperatura adecuada.
Además, la leche materna lleva los anticuerpos de la madre, que ayudan a combatir las enfermedades. Protege al bebé contra diarreas, infecciones, gripes, alergias.El acto de la lactancia materna en sí estimula el crecimiento adecuado de la boca y la mandíbula, y la secreción de hormonas para la digestión y para que el bebé se sacie. Es el alimento adecuado para el estómago del bebé, por eso padece menos cólicos, constipación y diarreas. También reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas más adelante en la vida, tales como la obesidad, el colesterol alto, la presión arterial alta, la diabetes, el asma infantil y las leucemias infantiles. Los estudios han demostrado que los bebés alimentados con leche materna obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia y comportamiento en la edad adulta que los bebés alimentadosconfórmula.
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de UNICEF sobre la lactancia materna son las siguientes: inicio de la lactancia materna durante la primera hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses; y lactancia materna continuada durante dos años o más, junto con una alimentación complementaria segura, adecuada desde el punto de vista nutritivo y apropiada para la edad, a partir del sexto mes.
La lactancia materna crea un vínculo especial entre la madre y el bebé y esta interacción tiene repercusiones positivas para la vida en lo que se refiere a la estimulación, la conducta, el habla, la sensación de bienestar y la seguridad, y la forma en que el niño se relaciona con otras personas.